Infractores sin comida, sin abogado y sin derivación pese a tener condena

Un informe del Instituto de Derechos Humanos detalla las malas condiciones de internación en el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente

En abril pasado el Sirpa inauguró el Centro de Ingreso, Estudio, Diagnóstico y Derivación en Bulevar Artigas y General Flores con dos locales, uno de ellos con mayores medidas de seguridad.

Este centro está destinado a la internacion cautelar. El objetivo es que cada adolscente que ingrese reciba una evaluación médica, psicológica y educativa para ser derivado a otro centro con un proyecto individual de rehabilitación.

Sin embargo el Instituto de Derechos Humanos en su informe publicado este jueves cuestiona varios aspectos que tienen que ver con este propósito. Casi la mitad de los menores ya tiene condena pero no fueron derivados.

En el Centro de ingreso hay 56 plazas pero el Instituto de Derechos Humanos encontró 59 alojados, 3 de ellos duermen en el piso.

En los patios del centro se constató la existencia de basurales, aparentemente son restos de las pertenencias de los adolescentes dejadas cuando se mudaron
hace más de tres meses.

En cuanto al tratamiento de los menores hay varios aspectos denunciados que violan las normas nacionales e internacionales sobre menores privados de libertad .

El equipo del Instituto se encontró con este cartel al ingreso: “TENEMO AMBRE JULIO”. Los adolescentes aseguran que la comida es poca y de mala calidad.

La cena confeccionada era guiso de fideos y se constata que estaba quemado y los fideos apelmazados y pegados en el fondo de la olla.

Para bañarse se les entregan pequeños trozos de jabón lo que obliga que en muchas oportunidades no tengan ese producto.

Las condiciones sanitarias también son deficitarias. Para la limpieza de la celda no existen los productos adecuados.

Los adolescentes no pueden tener en sus celdas aparatos de television ni reproductores de música que sí que están permitidos en los demás centros de internación de adolescentes varones.

No están previstas actividades para los adolescentes más allá de alguna actividad física y de recreación.

En cuanto al contacto con el mundo exterior, reciben una visita de una hora por semana y se les permite realizar una llamada telefónica. Pero todas las llamadas son realizadas en presencia de un funcionario que no solo controla el tiempo sino que escucha la conversación.

Se les permite enviar y recibir correspondencia. Sin embargo no se les proporciona ni lápiz ni papel para hacerlo y toda la correspondencia es leída por los funcionarios.

En su informe el Instituto de Derechos Humanos señala que de acuerdo a las normas de Naciones Unidas los los menores detenidos bajo arresto o en espera de juicio son inocentes y deberán ser tratados como tales y deben poder acceder regularmente a sus asesores juridicos.

Resulta llamativa la cantidad de jóvenes que expresan desconocer quién es su defensor.

Para ver el informe completo haga click aquí.

Foto: Cartel hecho por los menores y fotografiado por el INDDHH. 

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