La marcha del gorro rosado, primera protesta contra la misoginia de Trump

Cientos de miles de mujeres y representantes de las minorías raciales y sexuales salieron a manifestarse contra "la agenda del odio" que se viene

La actriz Scarlett Johansson se subió al estrado y fue contundente: "señor Trump: mi hija no podrá tomar decisiones sobre su cuerpo, que su hija Ivanka sí pudo".

Ante una multitud que llenó este sábado las avenidas principales de Washington DC, Johansson fue protagonista de la marcha de las mujeres contra el presidente Donald Trump.

"Las conversaciones sobre el cuerpo y el futuro de las mujeres no debería ser de incumbencia de ningún político", dijo la actriz en defensa de Planned Parenthood, un proyecto de salud pública que el nuevo presidente quiere dar por terminado.

 Madonna, Miley Cyrus, Alicia Keys Cher, Fran Drescher y Emma Watson estuvieron en primera fila de la lista de mujeres relevantes que se hicieron presentes en el acto.

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Precisamente, Madonna habló claro: "He pensado en hacer explotar la Casa Blanca pero he preferido el amor".

Donald Trump no es lo que se dice popular entre las mujeres con conciencia social.

Nunca lo fue, pero menos aún desde que, en plena campaña electoral, se conoció un audio en el cual el inefable Donald opinaba así de su poder de seducción: "Tú sabes, estoy automáticamente atraído a mujeres hermosas. Yo las beso. Es como un imán. Solo las besos. Ni siquiera espero". También agregó que "Cuando eres una celebridad ellas te dejan hacerlo. Puedes hacer lo que quieras". "Puedes agarrarlas de la vagina, puedes hacer de todo".

La palabra "pussy" usada por Donald para denominar a la vagina es el apodo sarcástico que adquirió el ahora presidente electo. 

El audio fue filtrado con clara intencionalidad y respondía a una charla personal con un conductor de TV en 2005. Fue antes de salir al aire en forma extraoficial.

Trump reconoció haber dicho eso, aunque se trataba -dijo- de una "charla de vestuario". Y de paso, devolvió el golpe revolviendose en el barro donde estaba tirado.

"De hecho, Bill Clinton me ha dicho cosas peores en el campo de golf", dijo el malicioso Donald para quitarle estribos a su rival electoral.

Este sábado, las mujeres salieron a protestar en Washington. Estiman que medio millón son las que han salido a la calle para protestar ante la inminencia de la Era Donald Trump.

REGUERO DE PÓLVORA

Tras apenas una noche en la Casa Blanca, el flamante presidente de Estados Unidos Donald Trump enfrenta este sábado una masiva manifestación impulsada por mujeres cuya convocatoria ha corrido como reguero de pólvora por las redes sociales.

Varias ciudades del mundo reunieron similares multitudes, más allá que el epicentro fuera Washington.

Se concentran cerca del Congreso para defender los derechos de la mujer pero también de los inmigrantes, de los musulmanes o los gays, mientras Trump asiste a un oficio interreligioso en la catedral nacional de Washington.

La "Marcha de las Mujeres", que espera reunir a más de 200.000 manifestantes y avanzar dos kilómetros por el "National Mall", donde Trump fue investido como presidente el viernes, es testimonio de la polarización de la sociedad estadounidense.

Largas filas de casi tres cuadras para entrar a estaciones de metro como la de Bethesda, en las afueras de Washington, ya daban una pauta de la asistencia. Los vagones estaban repletos de mujeres cargando carteles que leían "¿Alguien ha visto mi máquina del tiempo?", "Mi cuerpo, mi decisión" o "Pelea como una chica", y en cada estación decenas de manifestantes quedaban fuera.

"La marcha es una demostración de nuestra solidaridad y nuestra creencia de que Estados Unidos debe ser grande y debe respetar a todas las personas, de todos los credos y colores", dijo a la AFP Lisa Gottschalk, una científica de 55 años que viajó desde Pensilvania para manifestarse.

"Estoy muy preocupada por el nuevo presidente. Vamos a asegurarnos de que no haga cosas deshonestas ni injustas", añadió.

Unas 225.000 personas han confirmado su participación en la página Facebook de la marcha, y otras 250.000 dijeron estar interesadas en hacerlo.

Durante su polémica campaña, Trump fue acusado de toqueteo y comportamiento indebido por varias mujeres, despreció a una exMiss Venezuela por tener sobrepeso, insultó a los inmigrantes mexicanos, llamándolos "violadores" y "narcotraficantes", se burló de un periodista discapacitado y amenazó con cerrar las fronteras del país a todos los musulmanes.

Ya el viernes centenares de manifestantes protestaron contra Trump durante los actos de investidura. La mayoría de manera pacífica, aunque hubo choques violentos con la policía en dos protestas que terminaron con 217 detenidos.

UN CLARO MENSAJE

Una larga lista de oradores entre los que figuran el cineasta Michael Moore, la actriz Scarlett Johansson y la legendaria defensora de los derechos civiles Angela Davis calentará los ánimos de los manifestantes antes del inicio de la marcha. Las cantantes Cher y Katy Perry y la actriz Julianne Moore también han anunciado su participación.

"La Marcha de las Mujeres enviará un claro mensaje al mundo y a nuestro nuevo gobierno en su primer día en el cargo de que los derechos de las mujeres son derechos humanos", dijeron los organizadores.

Todo surgió con una idea de una desconocida abogada jubilada de Hawai, Teresa Shook, que creció como bola de nieve en las redes sociales.

"¿Y si las mujeres desfilaran masivamente en Washington durante la investidura?", preguntó. Cuando fue a acostarse, tenía 40 "Me gusta". Cuando se despertó, más de 10.000, y el llamado siguió creciendo.

Es la primera vez en 40 años que un mandatario recién elegido tiene una popularidad tan baja, de apenas 37%, según un sondeo de CBS News.

Aunque Hillary Clinton ganó el voto popular, con tres millones de sufragios más que su rival, eso no bastó para convertirla en la primera presidenta de Estados Unidos. Trump ganó la elección con 308 votos del colegio electoral.

LANA ROSA

"Apenas una semana después de la elección de Trump me compré el billete de bus para venir a Washington a la marcha. Para mí, es una cuestión de activismo pacífico", dijo Cecile Scius, una manifestante de 33 años de Queens, Nueva York, que tiene cuatro niños.

Como miles de manifestantes, Scius vestirá un gorro de lana rosa con dos orejas de gato, que fue tejido por vecinas de su barrio de Sunnyside y que se ha convertido en nuevo símbolo del desafío al nuevo gobierno.

Los sombreros o "pussy hats", como se les llama en inglés, tienen orejas de gato: es un juego de palabras ya que "pussycat" es gatito y "pussy" es coño, con un tono peyorativo.

La palabra recuerda directamente a un audio de 2005 filtrado en la campaña electoral en el cual Trump, conocido por su retórica polémica y divisiva, aseguraba que "cuando eres una estrella, (las mujeres) te dejan hacerlo. Puedes hacer lo que quieras. Puedes agarrarlas por el coño".

Este sábado algunas manifestantes agitaban pancartas que leían "Este no puedes agarrarlo" o "Los coños pueden morderte".

La marcha es oficialmente apoyada por Amnesty International y Planned Parenthood, la mayor red de planificación familiar del país, al cual los republicanos del Congreso quieren quitar financiamiento.

También estarán presentes representantes del movimiento Black Lives Matter, una asociación especializada en la denuncia de abusos policiales contra los negros.

Unas 300 "marchas hermanas" se llevarán a cabo en otras grandes ciudades del país y en el extranjero. Las primeras tuvieron lugar en Australia y en Nueva Zelanda.

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