Ganó juicio a la cárcel y recuperó la peluca por cuestiones de "autoestima"

Asesino y pedófilo neozelandés se sentía afectado en su honor ante confiscación de su cabello falso

Un delincuente calvo neozelandés ganó un juicio a las autoridades penitenciarias por confiscarle la peluca que utilizó para huir del país y que, según él, mejora su autoestima.

El juez  aceptó la recuperación del aplique capilar, pero no admitió la demanda por daños y prejuicios del detenido, de 5.000 dólares neozelandeses (3.500 dólares).

Philip John Smith había sido condenado en 1996 a cadena perpetua por abuso sexual y asesinato y, provechando una salida transitoria, en 2014 intentó fugar a Brasil.

Para no ser reconocido, se disfrazó con la peluca que le habían autorizado a llevar dos años antes por cuestiones estéticas y para reforzar la confianza en sí mismo.

Tres semanas después fue capturado y extraditado sin escalas a la prisión de Auckland.

La peluca fue incautada y las imágenes de la cabeza calva de Smith recorrieron los medios de comunicación.

Más allá del alto concepto que le merecía su peluca, Smith es un delincuente peligroso y poco empático.

Fue encontrado responsable de haber abusado sexualmente de un niño durante tres años y posteriormente acosar a su familia por un largo tiempo. El hecho terminó con su enjuiciamiento y posterior prisión luego que el delincuente mató de una puñalada al padre del menor.

 

FOTO: Smith al natural y con peluca en dos versiones: peinado con raya al medio y con cerquillo beatle.

 

 

 

 

 

 

 

 

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