ARGUMENTOS DE FISCALÍA

"Entiendo, pero no tuve intención" y "acá, nadie disparó": relatos de policías imputados por muerte de adolescente

El fiscal de Homicidios, Carlos Negro, descartó que Anthony, de 14 años, estuviera armado. Las pericias también invalidan la declaración de la policía que asegura que disparó al suelo.

El fiscal de Homicidios de 1º turno, Carlos Negro, destacó este jueves la rapidez y efectividad de la investigación del Departamento de Homicidios y de la Fiscalía en el crimen de Anthony, el adolescente de 14 años asesinado de un disparo en la espalda por una policía en la madrugada del martes durante una persecución en Colón.

Negro confirmó que la mujer policía, de apellido Viera, fue quien le disparó a Anthony. Sacó su arma de reglamento al exterior del patrullero y efectuó un disparo en dirección a la moto en la que circulaban los dos adolescentes delante de la camioneta policial. Según el fiscal, el disparo fue “sin ningún tipo de causa o motivo que justificara semejante accionar policial”.

En su defensa, la agente sostuvo que disparó hacia abajo. Pero Negro desestimó esa posibilidad en base a las pericias. “No se corresponde con la herida que tiene un muchacho que está delante de la camioneta en ese tipo de terreno y una bala que ingresa en un cuerpo, sale, ingresa en otro y sale. Es prácticamente imposible que salga de un rebote de una bala contra un piso de tierra”, enfatizó.

El fiscal explicó que la imputación de homicidio muy especialmente complejo agravado a título de dolo eventual fue porque la intención de la agente no se ajustó al resultado, y que el accionar de Viera continuó a pesar de la representación del daño que se puede ocasionar al disparar durante una persecución nocturna y hacia una moto. “Entiendo, pero no tuve intención“, le dijo la imputada al ser consultada por el juez Diego González sobre si entendía los argumentos del fiscal.

En cuanto al sargento Acuña, a cargo de la unidad policial en la que iba Viera, la imputación por encubrimiento fue porque el superior determinó que nada se dijera sobre lo ocurrido. Si bien su defensa argumentó que esa disposición la tomó tras escuchar de compañera, quien le aseguró que no había disparado, un testigo -también policía- declaró que fue Acuña quien realizó la primera mención, diciendo “acá, nadie disparó”, cuando ingresaron al adolescente herido a la camioneta para trasladarlo a un centro asistencial.

Negro mencionó la dificultad para encontrar la vaina de la bala que mató a Anthony por tratarse de un camino angosto con densa vegetación de pastizales y arbustos, un terreno complejo de unos 200 metros de largo, trayecto sobre el cual se desarrolló la persecución policial, según lo detalló el fiscal. “Tampoco tenemos certeza del lugar exacto dónde se efectuó el disparo y exactamente dónde cayó la vaina”, indicó.

“Es un encubrimiento muy particular“, afirmó el fiscal. “Estamos hablando de un funcionario policial, es a quien le pagamos para que nos cuide, nos proteja, investigue y determine cuándo se comete delito y quién lo comete. Y lo que se hizo acá fue exactamente lo contrario”, remarcó. “Lo que se está encubriendo es un delito de homicidio y una tentativa de homicidio que se complejizan en un único delito de homicidio complejo que tiene una pena muy alta. Es un encubrimiento que está cargado de una gravedad que lo distingue de un encubrimiento común”, agregó.

Como evidencias, se utilizó la filmación que realizó el propio adolescente, el testimonio del tercer policía que iba en el patrullero, testigos presenciales del hecho y las pericias a las armas, que determinaron que la única que tenía residuos de disparo era la de la agente Viera.

“No hay ningún indicio ni nada que indique que él estaba armado”, dijo el fiscal respecto al argumento de la policía que Anthony se dio vuelta y tenía algo brilloso. El otro adolescente, de 17 años, que manejaba la moto permanece “gravemente herido”, informó Negro.

Dejá tu comentario