La decisión, la bici prestada y los desafíos: el viaje del hincha de Peñarol que pedaleó hasta Río de Janeiro

El ciclista carbonero había viajado antes de Montevideo a Mercedes, su ciudad de origen, 270 kilómetros hace un año.

Después de eso, “no había tocado la bicicleta”, que es prestada, de su tío abuelo.

“No está muy preparada y en realidad estaba hacía tiempo parada, como 20 años. El único que la usó fui yo para ir a Mercedes. La llevé a hacer un servis, fue lo único, y durante la trayectoria tuve algunos inconvenientes por pinchazos, se me rompió el codo de la rueda de atrás de los cambios, faltando cinco días de llegar a Rio de Janeiro, tuve que hacer lo que podía con las herramientas que podía, y la solución fue dejar la cadena directa y me quedé sin cambio en la bicicleta, los últimos 600 kilómetros", relató.

En el camino, pasó por ciudades como Pelotas, Porto Alegre, Florianópolis, Curitiba, hasta que llegó a San Pablo.

Cuando llegó a Río, se bañó y fue al hotel donde iban a recibir a los jugadores. "Quería estar presente", afirmó.

Los futbolistas lo reconocieron y le dijeron que estaban al tanto de su travesía.

"La felicidad y todo lo que me hacían sentir los mensajes que me hacían llegar, de gente que no conocía, eso no lo puedo explicar. Gente dándome para adelante, de Peñarol y mucha gente de Nacional también", dijo.